El running o footing son algunos de los términos más usados en la actualidad para referirse a la carrera. En pocas palabras, correr puede ofrecer una serie de beneficios para la salud que cambian tu vida. Si alguna vez te has preguntado si deberías empezar a correr o seguir haciéndolo, este especial es para ti.

¿Qué beneficios tiene el running?

Entre algunos de los beneficios que tiene esta actividad, está la de fortalecer los músculos y huesos, quemar calorías ayudando a la pérdida de peso, protege de ciertas enfermedades, disminuye el estrés, mejora la memoria y la calidad de sueño.

Para la pérdida de peso

Una persona de aproximadamente 60 kg es capaz de quemar unas 472 calorías por hora cuando corre a un ritmo moderado, pero correr a ese ritmo no sólo hace que quemes calorías durante el ejercicio, sino que continúas haciéndolo una vez que terminas de correr.

Esto se denomina el efecto EPOC (Exceso de Consumo de Oxígeno Post Ejercicio) y el efecto es aún mayor después de complementar un entrenamiento interválico de alta intensidad, en el que a los cortos pero intensos ejercicios de actividad física les siguen breves momentos de recuperación. En pocas palabras, si quieres convertir tu cuerpo en una máquina quemadora de grasa, corre rápido y a menudo.

El running para una buena salud mental

Se ha demostrado que incluso con algo tan básico como caminar por 30 minutos puede levantar el ánimo y ayuda a combatir la depresión; además, correr por 30 minutos una vez a la semana durante tres semanas, mejora la calidad del sueño, el estado de ánimo y la concentración durante el día.

El running ara ganar músculo

Correr estimula el crecimiento de las piernas, en concreto los músculos para impulsarte. Pero… ¿sabías que también es un excelente entrenamiento para la musculatura abdominal? Ya que esta se encarga de estabilizar tu cuerpo durante la carrera y evita que no caigas al piso.

¿Cómo empezar en el running?

Nuestro primer consejo es no obsesionarse con ir rápido ni en correr muchos kilómetros en poco tiempo; corre lento. Mantén una velocidad que se sientas cómoda, eso te ayudará a que disfrutes el proceso y no lo sientas tan difícil.

Aprende a respirar. Respirar bien te ayudará a sobrellevar el entrenamiento un millón de veces mejor. Lo más sencillo que puedes hacer es inhalar por la nariz durante dos tiempos y exhalar por la boca durante los siguientes dos.

Cuida tu postura. Mantén la espalda derecha, core apretado, mirado al frente, hombros relajados y brazos a los lados. Es esencial que no empieces la pisada con el talón, sino con la parte media del pe y que caiga por debajo de la cadera.

Enfócate en el tiempo y constancia. Olvídate de lo que marca tu reloj y de cubrir una distancia arbitraria; pon un tiempo y córrelo a tu propio ritmo. Así puedes acostumbrar a tu cuerpo a la sensación de correr.

Si no tienes ganas, sigue la regla de los 10 minutos. Ponte un outfit muy cool y tus tenis favoritos y sal a correr al menos 10 minutos al ritmo más lento que prefieras (también puedes caminar). Una vez que termine el tiempo, puedes decidir si continúas con el running o regresas a casa (sin remordimiento ni culpa, lo intentaste). Notarás que la mayoría de las veces tendrás ganas de seguir corriendo por unos minutos más.

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