Cuando empieza un nuevo año sentimos la motivación del cambio, sentimos la euforia de una nueva oportunidad, de todas las posibilidades que nos trae ese nuevo año. Puede que no hayas alcanzado exactamente las metas que te habías propuesto en años anteriores, pero seguro que has avanzado mucho más de lo que crees, y para superar tus expectativas, te traemos los mejores consejos para que logres cumplir tu lista de deseos de este año.
Planificar para lograr tus metas
Hacer una buena planificación de los propósitos de año nuevo puede multiplicar radicalmente los resultados que obtengas en los meses siguientes, pero no siempre lo hacemos. Es muy importante tener momentos de revisión y momentos de planificación. Deben ser momentos separados y son igualmente importantes. Mientras mejor sea tu revisión, más fácil y natural será tu planificación.
Con una buena revisión te aseguras de que tus metas año a año sean naturales y no te resulten extraños o inalcanzables. Solemos pasar directo a proponernos objetivos y metas y olvidamos que revisar lo que pasó es clave para: a) no cometer los mismos errores dos veces y b) asegurarnos de mejorar año a año.
Planificar es definir metas claras y la mejor manera de alcanzarlas. Esta parte es la que hace que podamos tomar acción orientándonos a esa meta, con mayores probabilidades de alcanzarla. Entonces, si hasta ahora te proponías objetivos pero en Febrero ya los habías olvidado y no tenías un plan de acción, una idea de cómo lo alcanzarías, es lógico que sientas frustración por no lograr lo que deseas.
Desarrollar sistemas de mantenimiento
Son los sistemas los que te ayudarán a mantenerte con ritmo constante durante el año persiguiendo esas metas. De esta forma, te aseguras de no depender de la fuerza de voluntad; estarás en buen camino gracias a los sistemas formados para cumplir tus metas.
Algunos ejemplos de sistemas que nos ayudan a avanzar año a año con foco: control de hábitos personales, tener un tracker para medir y mejorar en el trabajo, tener una reunión con alguien que te acompañe y te recuerde tus objetivos, tener un ritual de organización diaria y un sistema de organización semanal, entre otros.
Piensa en grande, pero avanza pasos pequeños
Tener objetivos simples y alcanzables no significa no pensar en grande. El secreto está en pensar en grande siempre, pero equilibrarlo con la auto consciencia para saber hasta dónde es real que puedes lograr cualquier objetivo este año y hasta dónde es irreal y planteártelo.
Una vez que tengas un objetivo suficientemente grande como para ponerte un poco incómodo y entusiasmarte, pero no demasiado grande que sea irreal, ahí es donde debes enfocarte en avanzar con pequeños pasos.
Simplifica
La clave para mantener cualquier sistema, hábitos y objetivos, es que sea sostenible y simple. Si te propones revisar cada mañana tus objetivos del año, o incluso cada semana, pero tienes cientos de notas, papeles, ideas, es muy difícil que logres mantenerlo. Lo percibirás como muy complicado y cada vez será más difícil hacerlo. Hasta que un día dejarás de revisarlo y es allí donde comienza el problema.
Cuando hayas hecho tu planificación y tengas claras tus metas de año nuevo y tu plan de acción, pasa en limpio un resumen que te ayude a conectarte rápidamente con todo lo que decidiste y tomar decisiones diarias en función de ello.
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