Todas las personas tienen la necesidad de contar con agua pura en casa, el agua para beber y para cocinar no puede faltar en el hogar y las alternativas para contar con ella son algo limitadas.

La solución más tradicional es contar con garrafones de agua que tienen una capacidad promedio de 19 o 20 litros.

Por supuesto, esta no es la alternativa más estética y, de hecho, tampoco la más segura para contar con agua pura en casa.

Las enormes empresas que comercializan sus garrafones o agua embotellada cuentan con una infraestructura que puede procesar miles de litros de agua por minuto, utilizan enormes filtros y técnicas químicas para eliminar los contaminantes.

Sin embargo, esto no es infalible y de hecho se han detectado presencia de microplásticos y otros contaminantes en el agua embotellada.

Esto según un estudio realizado por la Universidad de Nueva York que mediante un estudio a 259 botellas de 11 distintas marcas de renombre en 9 países detectaron hasta 325 partículas de plástico por cada litro.

Las razones por las cuales estos plásticos se encontraron en las botellas pueden ir desde falta de mantenimiento de los filtros y demás materiales, hasta fallas en el proceso de producción del plástico de las botellas, mismo que pudo dejar residuos.

Para responder esta problemática una de las alternativas más seguras y modernas es el uso de un purificador de agua para el hogar.

Funcionamiento de los purificadores de agua

Los purificadores de este tipo utilizan la misma tecnología de las grandes embotelladoras de agua, pero a un nivel reducido.

Estos purificadores son realmente compactos y pueden brindar servicio a una familia completa, procesando el agua potable y convirtiéndola en agua pura segura para beber o cocinar.

El agua potable que se suministra a cada hogar puede ser utilizada para labores de limpieza o regado de plantas, pero no debe ser consumida por humanos.

Esto se debe a que, durante el transporte dentro del sistema hidráulico de la ciudad, el agua puede contaminarse con sedimentos e incluso metales pesados.

Purificador de carbón activado con plata coloidal

Este es el purificador casero más compacto y sencillo, pero no por ello menos efectivo.

El carbón activado y la plata coloidal son los elementos más utilizados para eliminar sedimentos y contaminantes del agua, por ello es realmente sencillo para esta clase de purificador el procesar el agua potable.

Este se instala bajo la tarja de la cocina, sin embargo, este purificador está recomendado para aquellas zonas en las que el agua potable no presenta gran cantidad de contaminantes.

Purificador alcalino

Un peldaño más arriba se encuentra el purificador alcalino que mediante un proceso de tres etapas elimina contaminantes, sedimentos y convierte el agua potable en agua alcalina.

Este purificador utiliza tres filtros, uno de ultrafiltración con carbón activado y plata coloidal y un filtro alcalinizador.

Además de eliminar sedimentos y contaminantes, eleva el pH del agua y le brinda minerales esenciales que son benéficos para la salud.

Este purificador puede conseguirse en presentación bajo y sobre la tarja, ambos utilizan muy poco espacio y en el caso de la opción sobre tarja, tiene un diseño sobrio y elegante que va bien con cualquier clase de cocina.

Purificador de ósmosis inversa

Al hablar de purificadores, este tipo es considerado como el más moderno y completo pues mediante un proceso de 5 etapas no solamente elimina contaminantes y sedimentos, también alcaliniza el agua y retira todos los metales pesados presentes en ella.

El purificador de ósmosis inversa utiliza un proceso en el que el agua pasa a altas presiones dentro de los filtros, por ello necesita una instalación especial y una conexión eléctrica. 

La ventaja que tienen todos estos purificadores frente al consumo de agua embotellada y garrafones es que siempre tendrás la seguridad de que los filtros están en buen estado.

Se recomienda cambiar los filtros cada 6 meses para contar siempre con agua segura para beber.

Estos purificadores están certificados mediante la NOM-244-SSA1-2020, lo cual garantiza que son efectivos para eliminar virus como el E. Collí y también el sabor a cloro residual.