Al rescate de perritos

A Yasmin León, estudiante de ingeniería civil, le gustan los perros desde que tiene memoria y desde pequeña se dio cuenta del problema que existe con el abandono de las mascotas. Por eso, cuando creció decidió poner su granito de arena como rescatista independiente.

Pina (una chihuahua de cinco años) y Ru (una chow chow de dos años), son los perritos que Yasmín tiene en su casa y fueron adoptados.

“Un día salí a hacer ejercicio y pasé por una veterinaria, vi una mini jaula donde estaba la chihuahua y no podía ni levantarse, le vi la carita y pensé que tenía que sacarla de ahí. Entonces hablé con el encargado pero como no llegamos a ningún acuerdo decidí pagarla y llevármela. La segunda fue Ru y decidí adoptarla porque la estaban cambiando en Mercado Libre por un Nintendo o celular, como si fuera un objeto, así que contacté a la persona e hicimos el cambio”, contó Yasmin durante una entrevista para Plan B.

“Desde que estaba más chica quería hacer un cambio, me uní a grupos de Facebook para ayudar y empecé a ver que cada día eran más perritos los que necesitaban ayuda y los rescatistas no se daban abasto. Como tenía el recurso y tiempo empecé a rescatar animales por mi cuenta”, agregó.

LA PRIMERA AYUDA

Su primer rescate independiente fue un perrito que no tenía movilidad en sus patas traseras y se estaba arrastrando por las calles de Kanasín. “Me di cuenta de que el rescate no era tan fácil. Ese perrito tenía a alguien que lo alimentaba, pero no entendía que tenerlo en esas condiciones estaba mal. Fue muy difícil poder hablar con la persona para que no me hiciera pleito, pero logré llevarlo a la veterinaria”.

En el camino de su labor encontró a Ana Duarte, quien ya tenía Sanando Patitas, pero con un giro diferente. Fue así que desde 2014 se dedican a rescatar mascotas. Al grupo se han unido Alejandra Capetillo, Stephanie Leonard y Erick Caleto.

El año pasado rescataron 111 animales y solamente se quedaron con seis de ellos, pues todos los demás fueron dados en adopción.

“Sanando Patitas es una labor de todo el equipo, nos complementamos en todo y hemos logrado grandes cosas. Queremos crear conciencia de que cuando tienes una mascota es para siempre; fomentar la adopción y que la gente aprenda que esterilizar a sus mascotas es algo bueno”, explicó Yasmin sobre de los objetivos de la agrupación.

Acerca de sus actividades, contó que asisten a bazares o toda clase de eventos a los que las inviten para vender diversos productos y poder recaudar dinero que se utiliza en la recuperación de los perritos.

“Vendemos llaveros, libretas, termos y placas de identificación. Todo se va a la veterinaria. Estamos en Planned Pethood y ellos nos ayudan con la comida, medicamentos, estancia y toda la atención médica. Cuando nos dan luz verde de que puede ir a un hogar temporal, empezamos a publicarlo en las redes sociales”, explica.

El caso de Fermín es uno de lo más impresionantes que han tenido, a él le habían echado ácido en toda su espalda y tuvo una recuperación difícil. “Estaba todo quemado, tardó más de tres meses en la veterinaria, fue una cuenta bastante alta. Me sorprendió mucho que un ser humano haya sido capaz de hacer eso, pero ahora es el perro más feliz del mundo”.

A veces lo que detiene a los integrantes de la asociación es la falta de hogares temporales, donaciones y conseguir que la gente apoye la recuperación del perrito.

“Entiendo que mucha gente quiere ayudar pero no saben cómo, hay formas muy sencillas. Invito a la gente a que empiece con sus mascotas, esterilizando y ayudando poco a poco, donando comida o medicinas. Rescatar no es fácil, hay muchísimos grupos de rescate animal que necesitan ayuda y hasta la contribución más pequeña sirve”, recalcó.

INVITAN A UNIRSE

Aunque la agrupación por ahora está conformada por cinco personas, Yasmin invita a otras a unirse como voluntarias.

“Es muy importante tener hogares temporales, es lo que más falta nos hace. Pedimos como mínimo dos semanas, nosotros les damos camita, comida, medicina y estamos pendientes durante todo el proceso. Creemos que es muy importante la interacción humana en vez de dejarlos en una jaula en la veterinaria, hemos visto que mejoran más fácil cuando están en contacto con alguna persona y recibiendo afecto”, enfatizó.

Entre las satisfacciones que les deja la labor de rescatistas están los finales positivos. “Te sientes bien cuando ves todo el proceso, incluso de meses; ves el cambio del perro no sólo en la salud, sino en la actitud, ya no es alguien que tenga miedo, sino que es una mascota completamente sana y feliz”.