“Bayoneta” nos permite ver otra faceta de Luis Gerardo Méndez, quien en esta ocasión interpreta al boxeador Miguel Galíndez en un viaje que nos lleva del éxito al fracaso, mostrando no sólo la profesión del protagonista sino una difícil situación de migrante, no muy alejada de la actualidad.

La cinta tuvo su estreno en el Festival de Cine de Roma y en el Festival Internacional de Cine en Morelia, recibiendo una buena respuesta de la crítica especializada; además formará parte del festival “Puy ta Cuxlejaltic” de Chiapas.

Cuenta la historia de un boxeador tijuanense quien decide retirarse en el momento cumbre de su carrera y extrañamente se va a vivir a Tirku, Finlandia, donde no tiene otra opción más que trabajar como entrenador de boxeo en un gimnasio. “Bayoneta” sufre una fuerte depresión que lo va llevando a una caída en picada tras todos los problemas que enfrenta como inmigrante.

El elenco se completa con las actuaciones de Brontis Jodorowsky, Joonas Sartamo, Laura Birn, Miriam Banderas e Ilkka Koivula, bajo la dirección de Kyzza Terrazas con un guión de Rodrigo Marquez-Tizano y Kizza.

“Esta película es un viaje literal, surge luego de muchas conversaciones y reflexiones con Rafael Ley, uno de los productores principales de la película; pensando en la tradición boxística que hay en México hacía falta en el panorama del cine actual mexicano una película que tocará el tema, crear algo donde el personaje principal fuera un boxeador”, platicó el director durante una conferencia de prensa para presentar el filme.

Para Luis Gerardo fue uno de los proyectos más duros en cuestión física, ya que tuvo un entrenamiento de cinco meses bajo la dirección de Ramón Euroza, conocido por ser el “sparring” de Julio César Chávez. “Me pareció muy interesante la posibilidad de ser un boxeador porque puedo pensar en pocos personajes tan opuestos a mí, que por lo general soy muy pacífico. Fue un entrenamiento muy duro pero lo más interesante fue entrar en la cabeza de los boxeadores para entender que el ring es el único lugar donde matar a alguien es legal”.

Gracias a su personaje y el acercamiento con importantes exponentes de la mencionada disciplina, Luis Gerardo asegura que pudo “entender el box y cómo en muchas ocasiones y sobretodo en México y Tijuana se vuelve una puerta de salida para dejar la pobreza, un ambiente tóxico o incluso las adicciones”.

“La verdad no era muy seguidor del box. Después de hacer la película lo único que me quedo es un profundo respeto por esta profesión, lo que hacen y esa manera en la que se enfrentan a la vida, me parece que hacen algo extraordinario”, agregó.

Se trata del tercer proyecto en fila dónde lo vemos alejado de sus tradicionales personajes más cómicos y aunque el actor asegura que disfruta mucho la comedia, en realidad este tipo de cine es el que más le emociona pues le ayuda a recordar sus inicios en teatro.

En cuanto a la producción, destaca el trabajo de Guillermo Leal en la fotografía quien logra capturar un espíritu invernal y ese ambiente tan sombrío por el que pasa el protagonista. “La idea era hacer una película que pudiera sentirse atemporal, universal y clásica y eso vino desde el momento del diseño y la producción del vestuario”, explicó el director.

Otro aspecto importante del filme es que se trata de una coproducción con Finlandia, teniendo como objetivo mostrar todas las complicaciones que una persona de origen mexicano puede enfrentar fuera de su país, tales como el idioma, clima y las costumbres.