Pedro Infante es una de las personalidades más queridas en México, Latinoamérica y muchas otras partes del mundo. Su talento, carisma y, por qué no decirlo, guapura, fueron sólo algunos delos elementos que le ayudaron a enamorar a millones. El día de hoy queremos platicarte su historia. ¡Vamos por ello!
Primeros años de Pedro Infante
Pedro Infante protagonizó más de 60 películas entre 1939 y 1957, aquello lo convirtió en uno de los más grandes ídolos de la llamada Época de Oro del Cine Mexicano, volviéndolo famoso no sólo en México sino en otros países de Latinoamérica, España y el resto del mundo, además de grabar aproximadamente 310 canciones.
José Pedro Infante Cruz, mejor conocido como Pedro Infante nació el 8 de noviembre de 1917 en Mazatlán, Sinaloa.
A edad muy temprana se trasladó con su familia a Guamúchil, ahí aprendió guitarra y violín, además de ser aprendiz de carpintero. Fue también miembro de un conjunto musical que actuaba en la localidad de Guasave, a tan sólo sus 16 años.
A partir de la década de 1940, la migración masiva de campesinos a las ciudades (básicamente a la Ciudad de México), que constituían la mano de obra necesaria para la naciente industria manufacturera, fueron transformando a México de país rural a urbano.
Así se formaron los “barrios de trabajadores” y surgió la cultura de “la vecindad” (conjunto de viviendas en torno a un patio común). Esta cultura encontró en Pedro Infante un ícono de identificación para las nuevas clases obreras urbanas por su personaje de Pepe el Toro en la trilogía melodramática conformada por “Nosotros los pobres” (1948), “Ustedes los ricos” (1948) y “Pepe El Toro” (1953) coestelarizadas por Evita Muñoz “Chachita”.
Si bien ésa misma migración tenía la nostalgia por la vida rural y con ella se da el auge de la música ranchera y del charro idealizado que Pedro Infante interpretó en varias de sus películas, por ejemplo en “Los tres García” (1947) y “Vuelven los García” (1947), que coestelarizó al lado de la actriz Sara García.
Pero no fue sino hasta que interpretó a Pepe el Toro, el carpintero de barrio con acento marcadamente chilango, cuando Pedro Infante logró posicionarse al nivel de celebridades cinematográficas mexicanas como Mario Moreno “Cantinflas” o los Hermanos Soler. Posteriormente retoma el personaje del charro y del “vaquero norteño” (quizás su personaje más auténtico), en “Ahí viene Martín Corona” (1951), y “Los hijos de María Morales” (1952).
Los grandes éxitos de Pedro Infante
Pedro Infante y el director Ismael Rodríguez trabajaron juntos por primera vez en 1944. Su colaboración a lo largo de 15 filmes brindó al cine mexicano algunos de sus clásicos más importantes. “Nosotros los pobres”, “Pepe El Toro”, “Tizoc: amor indio” (1957), “Ustedes los ricos”, “A.T.M A Toda Máquina!” (1951), “Los tres García”.
Rogelio A. González fue otro director importante en su carrera. De lo trágico a lo cómico, lo dirigió en clásicos como “Escuela de vagabundos” (1954) o “El inocente” (1955), con Silvia Pinal.
Pedro Infante obtuvo dos premios Ariel como actor, por “La vida no vale nada” en 1956, y por “Tizoc” en 1958, esta última por la cual fue galardonado de manera póstuma con el Oso de Plata al mejor actor en Berlín.
Muerte de la gran estrella
Pedro Infante murió en un accidente aéreo en Mérida, Yucatán, el 15 de abril de 1957. Este hecho conmocionó a todo el país y lo convirtió en un mito de la cinematografía nacional.
Admiradores de todas las edades acudieron a dar el último adiós al actor y cantante. Siguieron al convoy que lo despedía por las calles de la Ciudad de México, hasta llegar al Panteón Jardín, donde permanecen sus restos.
Su penúltima película, Tizoc, en 1957, al lado de María Félix fue un éxito internacional, por la que obtuvo el Oso de Plata del festival de Cine de Berlín, como mejor actor principal, y el premio Globo de Oro como mejor actor principal, otorgado por la prensa extranjera en Hollywood. Ambos premios los obtuvo de manera póstuma, es decir, después de su muerte en 1957. “Tizoc” impuso al actor un doble reto: frenar su personalidad festiva para conseguir la dignidad de su personaje indígena, y compartir la pantalla con la diva María Félix.
Su última película fue la comedia “Escuela de rateros” (1956), dirigida por Rogelio A. González y filmada en color. En 1994 se le reconocería con su propia estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood.
Entre los proyectos que dejó inconclusos estaba “La tijera de oro”, comedia sobre un peluquero. Y también una ambiciosa cinta en la cual encarnaría a personajes como Jesucristo y Juárez, entre otros.
Si eres fan de Pedro Infante, te invitamos a visitar el Museo Centro Cultural Nacional Pedro Infante en Ciudad de México o el Museo de Pedro Infante en Sinaloa. Ambos contienen gran parte de su historia y esencia, ¡Te van a encantar!
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