¿Quieres saber cuáles son las 7 leyes espirituales del éxito? ¡Nosotros te las decimos! Este artículo, realizado con extractos del libro “Las 7 leyes espirituales del éxito” de Deepak Chopra, te introducirá a leyes espirituales que cambiarán tu forma de ver los sucesos cotidianos de la vida y, por supuesto, también te diremos cómo aplicarlas. ¡Empecemos!

7 leyes espirituales

¿Cuáles son las 7 leyes espirituales del éxito?

1. La ley de la potencialidad pura

“La fuente de toda creación es la conciencia pura… la potencialidad pura que busca expresarse para pasar de lo inmanifiesto a lo manifiesto. Y cuando nos damos cuenta de que nuestro verdadero yo es la potencialidad pura, nos alineamos con el poder que lo expresa todo en el universo”.

La primera de las leyes espirituales que expone Deepak Chopra se basa en el hecho de que somos conciencia pura y ésta es potencialidad pura; es el campo de todas las posibilidades y de la creatividad infinita. La conciencia pura es nuestra esencia espiritual.

La ley de la potencialidad pura también podría denominarse ley de la unidad, ya que sustentando la infinita diversidad de la vida está la unidad de un solo espíritu omnipresente. El campo de la potencialidad pura es nuestro propio yo, y cuanto más desarrollemos nuestra propia naturaleza, más cerca estaremos de ese campo de potencialidad pura.

¿Cómo aplicarla?

  • Destinando tiempo a estar en silencio.
  • Meditando.                           
  • Manteniendo comunicación con la naturaleza.
  • Estando presente.
  • No juzgando.

2. La ley del dar

“El universo opera por medio de un intercambio dinámico… Dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo. Y si estamos dispuestos a dar aquello que buscamos, mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida”.

La ley del dar se podría denominar también como la “ley del dar y recibir” ya que el universo opera a través de un intercambio dinámico. Nada es estático. Toda relación es una relación de dar y recibir. El dar engendra el recibir, y el recibir engendra el dar.

Cuanto más demos más recibiremos, porque mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida. En realidad, todo lo que tiene valor en la vida se multiplica únicamente cuando es dado. Si al dar sentimos que hemos perdido algo, el regalo no ha sido dado en realidad, y entonces no generará abundancia.

Al dar y al recibir, lo más importante es la intención. La intención debe ser siempre crear felicidad para quien da y para quien recibe, porque la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia.

¿Cómo aplicarla?

  • Llevando un regalo a cualquier lugar a donde vaya. El obsequio no tiene que ser material, puede ser un elogio, una flor o una oración.
  • Recibiendo con gratitud los regalos que la vida brinda.                           
  • Manteniendo en circulación la abundancia dando y recibiendo lo más importante: cariño, afecto, aprecio y amor.

3. La ley del “karma” o de causa y efecto

“Cada acción genera una fuerza de energía que regresa a nosotros de igual manera… Cosechamos lo que sembramos. Y cuando optamos por acciones que les producen alegría y éxito a los demás, el fruto de nuestro karma es también alegría y éxito”.

El “karma” es la acción y la consecuencia de esa acción; es causa y efecto al mismo tiempo, porque toda acción genera una fuerza de energía que vuelve a nosotros de igual manera. Por lo que, la mejor manera de comprender y utilizar al máximo la ley kármica es que seamos conscientes de las decisiones que tomamos en todo momento.

Sea que nos guste o no, todo lo que está sucediendo en este momento es producto de las decisiones que tomamos en el pasado. Infortunadamente, muchos de nosotros escogemos inconscientemente, y, por tanto, no nos damos cuenta de que estamos frente a un abanico de opciones; sin embargo, lo estamos.

Según las leyes espirituales, la acción correcta espontánea es la acción apropiada que se toma en el momento oportuno; el universo tiene un mecanismo muy interesante para ayudarnos a tomar decisiones correctas espontáneamente, que se relaciona con las sensaciones del cuerpo y son de dos tipos: de bienestar o de malestar.

La ley del karma dice que en el universo jamás queda una deuda pendiente.

¿Cómo se aplica?

  • Siendo consciente del presente y de las decisiones que tomamos.
  • Cuestionando: ¿cuáles son las consecuencias de esta decisión? ¿traerá felicidad y realización tanto para mí como para aquellos a quienes afectará?
  • Dejándonos guiar por el corazón y la sensación de bienestar o malestar.

4. La ley del menor esfuerzo

“La inteligencia de la naturaleza funciona con toda facilidad… con despreocupación, con armonía y con amor. Y cuando aprovechamos las fuerzas de la armonía, la alegría y el amor, creamos éxito y buena fortuna con gran facilidad”.

La cuarta ley de las 7 leyes espirituales se basa en el hecho de que la inteligencia de la naturaleza funciona con toda facilidad y despreocupación. Ése es el principio de la menor acción, de la no resistencia. Por consiguiente, es el principio de la armonía y el amor. Cuando aprendemos esta lección que nos enseña la naturaleza, satisfacemos con facilidad nuestros deseos.

La inteligencia de la naturaleza funciona sin esfuerzo, sin resistencia, espontáneamente. No es lineal; es intuitiva, holística y estimulante. Y cuando estamos en armonía con la naturaleza, cuando estamos seguros del conocimiento de nuestro verdadero yo, podemos utilizar la ley del menor esfuerzo.

¿Cómo aplicarla?

  • Practicando la aceptación.
  • Aceptando las cosas como son.
  • Pensando en todo problema como una oportunidad.
  • Evitando estar a la defensiva.
  • Permaneciendo abierto a todas las opiniones.

5. La ley de la intención y el deseo

“Inmanente en toda intención y en todo deseo está el mecanismo para su realización… la intención y el deseo en el campo de la potencialidad pura tienen un infinito poder organizador. Y cuando introducimos una intención en el suelo fértil de la potencialidad pura, ponemos a trabajar para nosotros ese infinito poder organizador”.

La ley de la intención y el deseo se basa en el hecho de que la energía y la información existen en todas partes en la naturaleza. En efecto, a nivel del campo cuántico solamente hay energía e información.

Cualquier cosa a la cual prestemos atención, crecerá con más fuerza en nuestra vida. Cualquier cosa a la cual dejemos de prestar atención, se marchitará, se desintegrará y desaparecerá.

La intención estimula la transformación de la energía y de la información, y organiza su propia realización. El acto de dirigir la intención sobre el objeto de la atención desencadenará una infinidad de sucesos espaciotemporales orientados a producir el resultado buscado, siempre y cuando que uno cumpla las otras leyes espirituales del éxito. Esto se debe a que la intención, dirigida sobre el campo fértil de la atención, tiene un infinito poder organizador.

A través de nuestra intención podemos dirigir las leyes de la naturaleza para convertir en realidad nuestros sueños y nuestros deseos. La intención sienta las bases para el flujo fácil, espontáneo y suave de la potencialidad pura, que busca pasar de lo inmanifiesto a lo manifiesto.

¿Cómo aplicarla?

  • Haciendo una lista con deseos y llevándola a todos lados. Mirando la lista antes de meditar y de dormir, y al despertar.
  • Recordando practicar la conciencia del momento presente.
  • Aceptando el presente tal como es.
  • Proyectando el futuro a través de intenciones y deseos más profundos.

6. La ley del desapego

“La sabiduría de la incertidumbre reside en el desapego… en la sabiduría de la incertidumbre reside la liberación del pasado, de lo conocido, que es la prisión del condicionamiento anterior. Y en nuestro deseo de ir hacia lo desconocido, el campo de todas las posibilidades, nos entregamos a la mente creativa, que orquesta la danza del universo”.

La penúltima de las 7 leyes espirituales dice que para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debemos renunciar a nuestro apego a ella. Esto no significa que renunciemos a la intención de cumplir nuestro deseo. No renunciamos a la intención ni al deseo; renunciamos al interés por el resultado.

Tan pronto como renunciamos al interés por el resultado, combinando al mismo tiempo la intención concentrada y el desapego, conseguimos lo que deseamos. Podemos conseguir cualquier cosa que deseemos a través del desapego, porque éste se basa en la confianza incuestionable en el poder del verdadero yo.

Cada día podemos buscar la emoción de lo que puede ocurrir en el campo de todas las posibilidades. No necesitamos tener una idea rígida y completa de lo que haremos la semana próxima o el año próximo, porque si tenemos una idea clara de lo que ha de suceder y nos aferramos rígidamente a ella, dejaremos por fuera un enorme abanico de posibilidades

¿Cómo aplicarla?

  • Dándonos la libertad de ser.
  • No imponiendo nuestras formas de ver la vida.
  • Aceptando la incertidumbre.
  • Manteniéndonos abiertos a todas las posibilidades.

7. La ley del “Dharma” o propósito en la vida

“Todo el mundo tiene un propósito en la vida… un don único o talento especial para ofrecer a los demás. Y cuando combinamos ese talento único con el servicio a los demás, experimentamos el éxtasis y el júbilo de nuestro propio espíritu, que es la meta última de todas las metas”.

“Dharma” es un vocablo sánscrito que significa “propósito en la vida”. La última de las 7 leyes espirituales dice que nos hemos manifestado en forma física para cumplir un propósito.

De acuerdo con esta ley, cada uno de nosotros tiene un talento único y una manera única de expresarlo. Hay una cosa que cada individuo puede hacer mejor que cualquier otro en todo el mundo – y por cada talento único y por cada expresión única de dicho talento, también existen unas necesidades únicas. Cuando estas necesidades se unen con la expresión creativa de nuestro talento, se produce la chispa que crea la abundancia. El expresar nuestros talentos para satisfacer necesidades, crea riqueza y abundancia sin límites.

Cada uno de nosotros está aquí para descubrir su verdadero yo, para descubrir por su cuenta que el verdadero yo es espiritual y que somos en esencia seres espirituales que han adoptado una forma física para manifestarse. No somos seres humanos que tienen experiencias espirituales ocasionales, sino todo lo contrario: somos seres espirituales que tienen experiencias humanas ocasionales.

¿Cómo aplicarla?

  • Prestando atención al espíritu interior que anima nuestros cuerpos y almas.
  • Haciendo una lista de nuestros talentos únicos y después otra de las cosas que nos gustan hacer.
  • Preguntándome: ¿cómo puedo servir? Y ¿cómo puedo ayudar?

Ahora que conoces las 7 leyes espirituales del éxito de acuerdo con lo descrito en “Las 7 leyes espirituales del éxito” de Deepak Chopra, ¿empezarás a aplicarlas? ¡Cuéntanos cómo te va!

Información: extractos del libro “Las 7 leyes espirituales del éxito” del escritor Deepak Chopra.

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