Con un amor por todas las artes y una pasión por el toro bravo que comenzó desde pequeño, Antonio García “El Chihuahua” se ha consolidado como uno de los toreros más importantes en México.

Cerró el 2015 ocupando el primer lugar del escalafón con 34 festejos, 64 orejas, cinco rabos y dos indultos y este año ha conseguido varios triunfos importantes, como una oreja cortada durante su debut en Francia.

“Me inspiran muchas cosas, te sientes único en el mundo cuando estás frente a un toro, expresas un arte que ya no se ve en estos tiempos al fundirte con un animal, crear arte con ese toro tan hermoso”, explica acerca de su inspiración al torear, misma que plasma no sólo en los ruedos sino también en los lienzos, pues por medio de las redes sociales comparte las pinturas o dibujos taurinos que realiza.

Debutó como novillero en su natal Parral, Chihuahua, en 2004 y tomó su alternativa como matador en 2008. Teniendo una preparación de todos los días, al estilo de un atleta de alto rendimiento. “Mis entrenamientos son de mucho acondicionamiento físico, me gusta correr maratones y carreras; para mis ensayos en el toreo me gusta estar en soledad en mi finca y practicar toreo de salón”.

A pesar de las dificultades que se tienen como torero en México, “El Chihuahua” destacó desde su etapa de novillero, logrando torear más de 100 novilladas e incluso saliendo a hombros en la plaza de San Marcos, en Aguascalientes, siendo de los últimos toreros que ha hecho su carrera desde México, aunque también ha toreado en otros países como Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia, Costa Rica y Francia.

“Yo quise ser un torero totalmente mexicano, torear en esos pueblos que muchos olvidan y no saben ni que existen. Torear esas plazas y llevarme el cariño de la gente, eso es lo que ha hecho a ‘El Chihuahua’, ese sentimiento y valor de jugarse la vida al dar un espectáculo digno para la gente”.

En marzo estuvo en Mérida y compartió cartel con Pablo Hermoso de Mendoza y Arturo Saldívar, y recientemente estuvo en Panabá. En ambos lugares cortó una oreja.

Su valor, sentimiento y entrega con el público hacen que sea uno de los toreros más queridos, logrando llenar plazas y recibiendo ovaciones en cada tarde.

“Mi mayor satisfacción es cumplir mis sueños y triunfar en plazas importantes. Toda la gente te admira, respeta, sueña y tú tienes que soñar, admirar y dar el corazón a ese público, al igual que se lo das al toro”.