Con reconocimientos de festivales nacionales e internacionales y 14 nominaciones a los Premios Ariel, “La delgada línea amarilla” llega al cine con una historia aparentemente sencilla y personajes entrañables.

Se trata del primer largometraje dirigido por Celso García y con las actuaciones de Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Silverio Palacios, Gustavo Sánchez Parra y Américo Hollander.

Precisamente Celso García solo había realizado cortometrajes, haciendo su debut en 2002 con “Su radito”, pero obteniendo mayor reconocimiento con “La leche y el agua”, que recibió 26 premios internacionales y fue proyectado en 46 festivales de cine.

A raíz de un viaje por la carretera y toparse con un grupo de hombres que se encargaban de pintar el asfalto, fue que se le ocurrió realizar el guión de la película y ahondar más en la vida de esos personajes.

El tráiler muestra una propuesta al estilo roadmovie en donde los cinco protagonistas tienen la misión de pintar una línea divisoria en la carretera a lo largo de 200 kilómetros. Pero es precisamente esa línea la que funciona como una metáfora para mostrar a los espectadores esa delgada línea entre la felicidad y la tristeza, el bien y el mal.

“Toño”, interpretado por Damián Alcázar, funge como el líder del grupo. Durante la trama, todos los personajes tienen tiempo para develar su historia personal, pérdidas, segundas oportunidades y el perdón. Los temas tan universales que se tocan logran que se transmita una historia sincera y cargada de calidez humana.

Personaje feliz

“Pablo” (Américo) es quien le otorga picardía y toques de comedia a la cinta, reflejando el sentido de felicidad que hace falta a los demás personajes.

El objetivo de los cinco hombres era sólo ganar algo de dinero y terminar el trabajo en menos de 15 días, pero deben enfrentarse a las inclemencias de la naturaleza, cansancio y los peligros en la carretera, haciendo un viaje que les cambia la manera de entender la vida.

Cuando están por terminar con el trabajo, llega el punto de giro que le otorga el drama a la cinta y sacude a todos los personajes, cerrando con un punto reflexivo acerca de la vida, la muerte y cómo redefinir sus existencias.

El rodaje se realizó durante seis semanas entre Guadalajara y San Luis Potosí, con la mayoría de sus escenas grabadas en exteriores, lo que otorgó una geografía semidesértica y difícil para los actores y el equipo de producción, pues tenían que lidiar con temperaturas de 40 a 0 grados.

Esos escenarios naturales otorgaron contrastes de color impresionantes y una gran profundidad en las tomas, con lo que la fotografía es importante en la película.

Para la realización, la cinta contó con el Fondo de Inversión y Estímulos al cine (Fidecine) y el estímulo fiscal para contribuyentes (Eficine). También tuvo el respaldo del cineasta Guillermo del Toro, Alejandro Springall y Bertha Navarro, encargados de la producción.

La más premiada

“La delgada línea amarilla” tuvo su estreno en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, donde fue la cinta con más premios, triunfando en las categorías de “Mejor guión iberoamericano”, “Premio del público”, “Premio especial del jurado”, “Premio de la prensa especializada” y “Mejor ficción academia jalisciense de cinematografía”. Posteriormente, comenzó su circuito por festivales como el Festival de cine de Montreal, Colima, Oaxaca y Gijón, siendo proyectada en un total de 38 festivales y recibiendo premios en categorías diversas. Fue muy aclamada en sus presentaciones.

Para la entrega del Premio Ariel estuvo nominada en 14 categorías, pero no se llevó ninguno de los premios. Un año después de su estreno mundial, llega mañana al cine comercial distribuida por Corazón Films.

FICHA TECNICA
Duración: 95 minutos
Dirección y guión: Celso García
Producción: Guillermo del Toro, Alejandro Springall y Bertha Navarro
Fotografía: Emiliano Villanueva
Edición: Jorge García
Música: Daniel Zlotnik