Anna Laura Becil es una amante de la naturaleza y administradora de Recursos Naturales de profesión. También es una fiel seguidora del ejercicio y afirma que le gusta la parte física de ejercitarse, pero lo que produce en su cerebro y en su ánimo es la verdadera respuesta detrás de esta pasión por el wellness. Anna también se considera una storyteller: “Me encanta escribir, expresarme, contar historias, inspirar en lo más que puedo), y para rematár, como dirían mis amigas y mi mamá, una líder sindical (me gusta luchar por lo que creo justo, alzar la voz y no quedarme callada). Todo esto mientras tomo café todo el día, todo el tiempo”

Anna obtiene diferentes medios de inspiración, entre ellos el medio ambiente, la naturaleza, la aventura, el ejercicio y su familia. Afirma que le gusta mucho ver, crear e inspirar cambios y está 100% segura de que ése es su objetivo detrás de todo lo que hace o todo lo que quiere hacer.

“No me gusta hacer las cosas solo porque sí; me gusta que tenga algo detrás.

“Estudié recursos porque creo firmemente que está en la educación ambiental la clave para hacer de este un mejor lugar para vivir.

“Quería aprender a cambiar la forma en la que las personas y las empresas veían la naturaleza para ayudarlos a darse cuenta de que es un trabajo en equipo y que siempre hay formas de trabajar en conjunto con ella para que todos ganemos y para que entendieran que de este planeta dependemos y está en nuestras manos el tipo de lugar en el que queremos vivir.

“Me enrolé también en el “fitness” —si quieres llamarlo así— porque cuando yo empecé a hacer ejercicio (que fue en Kickboxing Campestre con Rosendo) lo hice por algo terapéutico; a mí, el ejercicio no me gustaba pero encontré en esto una terapia, una forma de sentirme y verme más fuerte, celebrar todo lo que mi cuerpo quiere hacer y no verlo como un castigo por lo que como, por ejemplo.

“Ser coach me dio la oportunidad de compartir eso, de encontrar el ‘meaning’ detrás de todo lo que hacemos, de ayudar a las personas a sentirse más fuertes y poderosas y a saber que tienen la capacidad de lograr todo lo que se propongan y que son mucho más que unos biceps marcados o un abdomen plano”.

Anna nos cuenta que todas las montañas se pueden conquistar si te lo propones. Todos tenemos, no una, “muchas montañas a lo largo de nuestra vida y pueden ser tan grandes o tan chicas como tú quieras verlas; y tus montañas van a ser completamente diferentes a las montañas de los demás. El chiste es armarnos de valor para subirlas, a nuestro propio ritmo con nuestra propia resistencia, dando los pasos tan grandes como queramos darlos, pero siempre recordando que no debemos compararnos con los demás. No puedes medir tu progreso con la regla de alguien más.”

Para ella, fue difícil ya que siempre se comparaba con alguien, tanto física como laboralmente, y a veces se nos olvida lo que hay detrás de lo que vemos tanto en redes sociales como en las historias que escuchamos o las cosas que leemos. Cada quien tiene su montaña, está en nosotros subirla, conquistarla y lo más importante, disfrutar la vista una vez que llegas a la cima.

En medio de la plática, le preguntamos: “¿Cuál es tu filosofía de vida?” A eso, nos responde que no tiene una, que “depende mucho del momento por el que esté pasando y ahora es #NoFear quitarme el miedo sobre el qué dirán, el qué van a opinar, el qué están haciendo los demás, y atacar mis objetivos con todo.

“Soy muy ‘planeadora’ me gusta planear, idear, tengo una imaginación tremenda y me brincan ideas muy rápido, pero siempre había ese ‘algo’ que no me dejaba materializarlo y hasta hace poquito descubrí que era miedo”. Anna finaliza con lo siguiente: Todos estamos en proceso de lograr o hacer algo. No te fijes en el de alguien más, fíjate en el tuyo y enamórate del proceso ¡Cada día es un nuevo comienzo! #NoFear

Datos de contacto: