Mau Nieto es una de las caras más actuales y reconocidas en el stand up a nivel nacional, aunque para él apenas se trata del despunte a su carrera gracias a que se dio a conocer junto con otra ola de comediantes mexicanos a través de la plataforma Netflix. Recientemente visitó Mérida por primera vez para ofrecer dos shows en el Nuevo Teatro Fantasio de Carlos Espejel y platicamos con él acerca de sus inicios y cómo es dedicarse por completo a la comedia.

Todo comenzó por qué es muy amigo del cantante Kalimba con quien siempre se la pasaba haciendo bromas y chistes; un día le invitó al show de Sofía Niño de Rivera y fue el primero que vio en México, ya que Mau siempre había sido muy fan del género “stand up” estadounidense. Tiempo después, fue invitado para escribir guiones en la televisión y decide renunciar a su trabajo en una agencia de publicidad. “Yo era el gato del gato del patrón, coordinaba activaciones con marcas y aunque no era godín, le faltaba pipián a mi poc-chuc, hablando en términos yucatecos, y eso fue lo que vino a ponerle el ‘stand up’ a mi vida”, platicó entre risas.

Aunque ya se había probado como comediante en la capital del país, tenía en mente no hacerlo nunca más pues en su tercer intento le fue muy mal. Sin embargo, al conocer a Sofía Niño de Rivera y comenzar a trabajar con ella, fue invitado a participar en un taller y así pulir su material. “Ella siempre hace una graduación y esa noche me fue súper bien, la gente estuvo muy contenta y para mí fue muy sorpresivo darme cuenta que no sólo era bueno haciendo guiones para otros sino que mi material ya funcionaba”, explicó.

Así surgió su primer show “Viviendo sobrio desde el bar”, que actualmente puedes ver en la plataforma de Netflix. “Ahí fue cuando se desató todo, yo tenía rato haciendo comedia pero desde febrero del 2018 se me vino la ola no del éxito porque todavía no soy exitoso al grado que quiero ser, pero si al menos conseguí mayor reconocimiento del público y estoy impresionado con lo que ha venido sucediendo”.

No todo fue tan simple, pues Mau recuerda que a uno de sus primeros shows realizado en Celaya únicamente asistieron 39 personas. “Yo salía en televisión, en el programa ‘El hormiguero’ y a veces caes en ese ego de cómo te ven en la televisión y te paran en la calle para pedirte fotos pues tus shows se van a llenar; me sentí muy molesto y triste pero fue un show muy bonito y divertido. Aprendí a no juzgar pero siempre te queda ese miedo sobre si te irá bien o no”.

Cuando comenzó con la gira actual, el primer lugar fue Pachuca y tampoco se llenó por completo, pero después de eso todas sus fechas comenzaron a ser “sold out” desde un día antes del evento.

Para él, su trabajo se divide en dos partes, la más divertida que son esos 50 minutos en el escenario y las otras 23 horas. “10 duermo y el demás tiempo estoy creando cosas en redes sociales, probando chistes y rutinas nuevas. Tienes que ocuparte en algo sino te vuelves loco y tampoco te voy a mentir, soy como señora de Polanco que se inventa desayunos con otros amigos comediantes”, bromea.

La inspiración para sus rutinas de “stand up” en realidad es su propia vida. “La gente no me cree, pero todo lo que platico en el show me paso a mí o a alguno de mis amigos; yo veo como platicarlo de forma agradable, con ritmo y ciertos detalles que sé que te van a llevar a reír y tal vez sólo tal vez exagero algunas cosas”.

“Es una profesión muy noble en el sentido de que tienes que hacer reír a la gente aunque tú no quieras reír. Lo difícil es la competencia porque muchísima gente lo está haciendo y muy bien, por eso siempre tienes que renovarte y hacer diferentes cosas”.

“Todos tenemos comedia en el día a día, solo que gracias a mi profesión ya busco verla”