Ricardo es un emprendedor social y conferencista de 26 años, que se dedica a compartir valores positivos en el mundo digital. Ricardo es un ejemplo palpable de entrega y trabajo duro al buscar contribuir a hacer la diferencia, ser capaz de transmitir sus conocimientos y poder inspirar a más personas a seguir sus pasos.

Ricardo Daniel Chan Trujeque, licenciado en trabajo social con maestría en trabajo social, es un emprendedor dedicado también al activismo social. Desde la adolescencia, él tenía la inquietud y las ganas de poder ayudar a otros adolescentes; en primera instancia, reflexionó con respecto a lo que a él le sucedía durante esa etapa turbulenta y, fue así que, cayó en cuenta que no distaba mucho de la realidad de sus demás compañeros.

Al crecer, el emprendedor se dio cuenta de que temas que abordaran la adolescencia eran prácticamente nulos, por lo que se dio a la tarea de formular algo, un proyecto que comenzó como breves escritos en blogs y grabaciones, y fue posteriormente que creó un sitio web cuya transformación ha sido trascendente: “Sí a vivir, no a sobrevivir”.

El licenciado en trabajo social se considera una persona líder y muy relajada en cuestiones personales, que procura tener un equilibrio entre lo personal y lo profesional: “Soy una persona que suma; me encanta sumar, generar alianzas, amigos, buscar personas que se quieran sumar y que quieran transformar”. Aunado a ello, cree que es alguien que goza de compartir lo que hace y trata siempre de dejar fluir la mejor de las vibras a quienes lo escuchan, con la finalidad de que se sientan entendidos y apoyados.

Con respecto a su principal motivación, Ricardo explica que ‘’mi más grande motivación es tener un mundo mejor. Ésa creo que siempre ha sido. Si algo pudiera hacer para aportar algo, o para sumar algo a otras causas, lo voy a hacer porque creo que las personas somos el motor que debe mejorar este planeta.

Creo también que somos las personas quienes tomamos decisiones y quienes podemos cambiar nuestra realidad; por eso, trato también de ser esa persona que pueda inspirar y ayudar a los demás a hacerlo”.

Sin embargo, hacer lo que hace tiene muchas dificultades, entre las cuales destaca el reto de la creación de contenido, aprender la forma en la que se puede llegar, y causar una impresión positiva y enriquecedora al público meta (en su caso adolescentes). El reto más grande, en sí, es estar en constante reinvención en torno a las exigencias de este público meta porque el contenido es por y para ellos, señala.

Por otro lado, la inspiración no es algo que le llegue de forma natural a Ricardo, sino que la obtiene a través del flujo constante de información sobre los problemas actuales. Esto le permite generar una opinión y compartirla a los adolescentes. “Al final, lo que hago en redes sociales es que puedo ser un referente para ellos, pero también una opinión que se asimila muchísimo a la realidad que están viviendo”.

Además, el emprendedor añade que desea seguir dándose a conocer en el Estado para que a largo plazo pueda ver su plataforma ya consolidada como una de las más importantes del país.

Finalmente, aconseja que lo más importante para dedicarse al activismo social es que los actos no se queden en palabras. Hay que traducirlos a acciones. Arriesgarse es lo único que se necesita para generar un cambio.