ROPA ARTESANAL

Desde hace varios años las prendas realizadas a mano han estado en todo su apogeo, no sólo con hashtags como #ConsumeLocal o #HechoAMano, sino con líneas completas de bolsas, zapatos, blusas y vestidos.

Lo vimos el año pasado cuando marcas como Dior o YSL sacaron colecciones con diseños de bordados oaxaqueños y chiapanecos en sus desfiles. Lo vemos todos los meses en diversos bazares de nuestra hermosa ciudad, en Instagram e incluso en tiendas online. Ahora bien: ¿Es moda o tienen realmente algún valor cultural? La respuesta es ambas.

Obvio es una moda. Le estamos dando peso a lo realizado a mano, ya sea por artesanas yucatecas en Ticul o por diseñadoras de moda de la ciudad. Es moda porque las usamos un año y las olvidamos al otro.

Es moda porque es cíclica. Hace ya varios años hubo una campaña enorme de #HechoEnMéxico y todos los productos tenían este sello. ¿Lo recuerdan? Pues ahora regresa en forma de hashtag.

También tiene un valor cultural. Desde el momento que estemos reconociendo el trabajo que cuesta hacerlo, las técnicas empleadas, los elaborados diseños y las largas horas en realizarlo.

Tiene un valor cultural desde el momento en el que aprendemos un poco más de nuestras raíces y lo vemos ya no solo en cinturones o faldas que nos venden en el centro, sino en prendas que usamos en el día a día.

Ahora bien, no hay que confundir lo hecho a mano con artesanía. Son conceptos similares, obvio, pero también son muy opuestos.

Sí, ambos son hechos a mano. En ambos plasmamos un diseño único e irrepetible pero uno (las artesanías) usan técnicas y conocimientos heredados de generación en generación.

La ropa puede ser una artesanía y ser un objeto de moda con valor cultural. Lo que debemos de tomar en cuenta es el trabajo invertido, las horas dedicadas y los esfuerzos en realizar una sola prenda y pagar por ello.

La ropa artesanal es costosa porque tiene una historia y eso es lo que debemos pagar y portar cuando lo usemos. No regateemos, no menospreciemos. Al final es un talento que no todos tenemos y el cual debemos respetar pero sobretodo, valorar.

Así que la próxima vez que vayan a un bazar y vean algo artesanal pregunten por las técnicas y las regiones en donde los fabrican. Pidan conocer las manos que hicieron cada prenda y la historia que cuentan detrás de cada punto de cruz y porten la prenda con toda la emoción de que tienen algo hecho a mano, de algo mexicano.

Mau Revilla