Desarrollarse en el ámbito profesional no aleja a esta nueva generación de doctores de su vida personal. Conoce más de su paso por las aulas, su pasión por el deporte, y de lo que aprendieron de sus maestros y del ejemplo de sus padres, también doctores.

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José Eduardo Campos Arceo

Universidad Anáhuac Mayab.
Especialidad en Cirugía Dermatológica (Instituto Dermatológico de Jalisco José Barba Rubio).
Fellow en Dermatitis de contacto (Instituto de Salud Carlos III en Madrid, España).

Ser hijo de médicos (Anestesiólogo José Eduardo Campos Castillo y Dermatóloga Addy Arceo Núñez de Campos) fue una constante inspiración para ‘Pepe’. “Aparte de vivir con doctores en casa, desde pequeño mi personalidad es de ayudar a la gente. Encontré en la medicina una manera de realizarme en lo personal y profesional”, comenta quien como parte de su profesión, dio clases en la carrera de Medicina de las universidades Anáhuac Mayab y Marista.
“En mis clases explico que las enfermedades de la piel son de adentro hacia afuera muchas veces y no sólo es dar una consulta y ya. Debemos de evaluar de una manera completa”, añade ante el cuestionamiento de sus principios básicos y lo que enseña. “De mi padre aprendí el sacrificio y la responsabilidad con los pacientes; de mi madre la entrega con los mismos y actualización constante”. Aparte de sus padres, Pepe también comparte profesión con su esposa, la dermatóloga María Guadalupe Zárate Torre con quien, aparte de trabajar casos, comparte las labores del hogar. “Me doy tiempo para mis hijas (Arantxa y Ainhoa) a la hora de la comida. Quiero que tengan como ejemplo de padre a un hombre honesto y responsable”, finaliza José Eduardo, quien dice darse tiempo en las mañanas para la natación, su deporte favorito.

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José Rodulfo Montero Ferráez

Universidad Autónoma de Yucatán.
Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, Universidad Autónoma de Nuevo León.
Cirugía Plástica Facial en Houston, Texas.

La natación forma parte de la agenda de ‘Fito’, quien también juega Padel, sin dejar que estas dos pasiones opaquen su vida profesional. “Durante mis estudios fuera de Mérida vi cómo se atendía a los pacientes, generando confianza y con tecnología de punta; es parte de lo que yo ofrezco”, comenta el especialista en oídos, nariz y garganta, quien es hijo del también otorrinolaringólogo José Rodulfo Montero Gutiérrez. “Desde chico me llamaba la atención su trabajo; ya cuando estudié la ‘prepa’ me invitaba a consultas y pláticas que daba. Al escoger una profesión, opté por la misma que él”.
Al cuestionarle acerca de que si valieron la pena los años de carrera, afirmó que siempre se rodeó de un buen equipo de estudio, lo que complementó a la práctica. “Los de arriba te enseñan y tu enseñas a los de abajo. Llegué a ser jefe de residentes y también obtuve el primer grado académico en todo lo que estudié ¡Por algo es mi pasión!”, agrega quien también se dedica a tratar trastornos del sueño, como ronquido y apnea.
¿Rutina de trabajo? “Temprano opero, durante la mañana y tarde doy consultas. Me gusta mucho mi trabajo, pero dedico tiempo a la familia, todos los días voy a comer y los fines de semana son para ellas”, finaliza Fito, quien está casado con Rebeca Castellanos Millet y juntos tienen a la pequeña Rebeca.

Jorge Xavier Ayuso Escamilla

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Universidad Autónoma de Yucatán.
Especialidad en Urología (Hospital Regional del Issste Lic. Adolfo López Mateos de la UNAM en Ciudad de México).

“Yo opero y ella anestesia”, nos cuenta Jorge al preguntarle acerca de su esposa (Emma Viridiana Ríos Ayala). “La conocí mientras estudiábamos en Ciudad de México, nos casamos y ahora vivimos aquí. Nos gusta salir de viaje y con amigos los fines de semana, como cualquier matrimonio de nuestra edad”, agrega.
Al cuestionarle acerca de su especialidad, Jorge cuenta emocionado: “Yo quería estudiar cirugía vascular, pero durante mi internado entré a una operación y vi a uno de mis maestros sacar la piedra de un riñón. Fue ahí que me llamó la atención la Urología”.
Señala que es una especialidad bastante demandada en Yucatán. “Es que estamos en una zona donde el agua que tomamos está entre pura laja, lo que ocasiona piedras en los riñones. Los urólogos no somos exclusivos del sistema urinario en hombres y mujeres, también vemos problemas con cuestiones del aparato reproductor masculino”.
Jorge se unió con varios colegas en una clínica especializada, donde se practican intervenciones con tecnología de punta. “Ahora se hacen cirugías de mínima invasión, pero no por ello bajamos la guardia. Cuando yo entro a un quirófano tengo que estar seguro, tranquilo y sereno, es lo que se le transmite al paciente junto con la confianza que tienen al poner su vida en tus manos”, comenta. Al pedirle un consejo para las nuevas generaciones, añade: “Siempre tienes que estar abierto a escuchar lo bueno y lo malo de esta carrera. Tienes que sacrificar muchos años de tu vida, pero si es tu vocación, valdrá la pena”, finaliza.

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Érik Eduardo Ojeda Méndez

Universidad Anáhuac Mayab.
Especialidad en Radiología e Imagen en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Subespecialidad en Imagen Seccional e Imagenología Mamaria (Tecnológico de Monterrey).

Para Érik, la tecnología y medicina van de la mano. “Cuando regresé de Monterrey, quise que todo ese ambiente que viví cuando atendí a pacientes mientras estudiaba se reprodujera en mi consultorio”, comenta el hijo del doctor Éric Ojeda Sosa. “Desde pequeño me llamó la atención la medicina porque mi papá siempre hablaba de lo que vivía con sus pacientes involucrado con los equipos que utilizaba. Al igual que él, siempre trato de armar una empatía con las personas que atiendo, aunado a la tecnología de punta y actualidad. Lo que tomamos con los aparatos lo puedo ver en mi celular si no estoy en el consultorio”, agrega. Al dedicarse a hacer estudios y diagnósticos, hay que dar en ocasiones noticias cero agradables como malformaciones o tumores. “Al hacer este trabajo tienes que tener la vocación de intentar ayudar; yo siempre busco la manera más clara de decirles la verdad”, comenta quien hoy está casado con la odontóloga Cintia Patricia Garibay Beltrán.
“Además de mi papá, al equipo ya se integró mi esposa, quien además de tener su consultorio, ve toda la parte de imagen, algo que también apasiona a un servidor. Recién descubrí una pasión nueva, que es la decoración de interiores”.
¿Qué hace en su tiempo libre? Érik va cuatro veces por semana al gimnasio y también practica fútbol con los ‘cuates’. “Son mis ratos de relax”, finaliza.