Afra Cuellar es lo que no te esperas de una modelo, rompe con todos los estereotipos tan marcados en esa industria; es una mexicana triunfando en Nueva York, muy auténtica y con un brillo tan singular que deja impresionado incluso al propio Marc Jacobs, quien le comentó una de sus fotografías en Instagram.

Aunque empezó a modelar hasta los 15 años, en realidad su destino ya estaba marcado desde pequeña cuando apareció por primera vez en una revista con apenas siete años de edad, donde casualmente también luce el cabello corto, algo muy característico en su estilo.

Por algunos años dejó atrás esa pasión por ser modelo, pues sus padres le pidieron primero terminar una carrera con lo que se graduó como ingeniera industrial y se metió de lleno a su profesión hasta que un verdadero golpe del destino la puso frente a frente con la muerte debido un accidente automovilístico muy fuerte. “Cuando salí del accidente tuve una depresión súper grande, perdí absolutamente todo, no le encontraba sentido a la vida y fue en uno de esos momentos cuando recordé qué era lo que verdaderamente me hacía feliz y decidí intentarlo de nuevo”, explica Afra. Fue así que en el 2015 y tras esa fuerte experiencia no sólo recuperó su vida sino su sonrisa, gran energía y pasión por hacer sus sueños realidad.

A la fecha ha sido parte de editoriales altamente reconocidas como Love Magazine, Vogue, Sorbet y Cosmopolitan. Es protagonista de campañas publicitarias como la máscara de pestañas YSL Beauty en la que apareció con la modelo Edie Campbell; también ha trabajado con figuras altamente reconocidas en la industria como las modelos Stella Maxwell, Kendall Jenner y Anita Bitton, una de las “castings director” más fuertes. Ha participado en cuatro Fashion Weeks en lugares como Nueva York, París y Los Ángeles e incluso aparece en el vídeo “Omen” de Sam Smith y con Moenia en “Prohibido besarte”.

Aunque no todo fue tan simple; Cuando regresó al modelaje se mudó a la Ciudad de México pensando que ahí era dónde se movía la industria, sin embargo seis meses después se dio cuenta de que su “look” no estaba tan “ad hoc” con el país. “No trabajaba tanto como quería; sentía que sólo estaba perdiendo el tiempo y para mí no había tiempo que perder. Agarré una mochila y me fui a Nueva York a tocar puertas, gracias a Dios conseguí que una agencia me firme y obtuve mi visa de trabajo por tres años, pero empecé completamente desde cero”, recuerda Afra.

Su estilo es algo que quizá le cierra algunas puertas, pero a la vez le abre muchísimas otras. “Al final del día vas haciendo tu perfil más chiquito; es difícil porque se vuelve muy específico, siento que mi ‘look’ tiene que ser algo que el cliente esté buscando. En un ‘casting’ puedes ver a más niñas con cabello largo, completamente hermosas, pero eso no quiere decir que yo no lo sea; me encanta lo que soy y quien soy”.

Quizás su cara se te haga muy conocida y es porque en el 2010 participó en el certamen de belleza Miss Yucatán, donde resultó ganadora. “La verdad sólo cumplí mi año de belleza y retomé mi carrera de ingeniera, no quise tener nada que ver con el medio. Ser una miss es completamente diferente a ser modelo, no tiene nada que ver”, confiesa.

Lo que sí significa su carrera es ir de un casting a otro. “Es como pedir trabajo todos los días, me presento con diferentes diseñadores, marcas, casting directors y nunca sabes si vas a quedar o no. Cada trabajo es muy diferente, mi favorito es la publicidad. Verte en un espectacular en tu país es algo que te vuela los sesos”.

Para Afra, el problema del modelaje es que nada es totalmente seguro. “Hoy te dicen que tienes unas fotos y mañana te las pueden cancelar; pueden tomártelas y luego no ser seleccionadas o estar en la fila para salir con Gucci y en ese momento te sacan por qué no les gusta cómo te ves con las demás. No puedes festejar algo en el trabajo de modelo hasta que no lo ves impreso o en la televisión”.

“Lo más difícil es estar esperando, tienes que tener muchísima paciencia, saber que las cosas llegan en su momento y tratar de distraerte tú misma para que no estés enloqueciendo y pensando cosa tras cosa”, agrega. Lo que le ha funcionado para combatir esa ansiedad es el yoga y el ejercicio. “Me mantiene tranquila, en paz. Hago mucho ejercicio y todo mundo me dice que estoy loca pero lo hago porque me gusta”. También ama cocinar y espera en algún tiempo tener su propio restaurante, aunque sea algo “chiquito”.

Otro aspecto difícil es la soledad, pues sus padres radican en Mérida y sus hermanos viven en el extranjero; así que la mayoría del tiempo está lejos de su familia. “Aprendes a convivir contigo misma; nunca me quedo en casa aunque no tenga nada que hacer, me voy a un café a escribir, dibujar, lo que sea pero hago que mis horas pasen más fáciles”.

Al preguntarle qué es lo que más extraña de estar lejos, Afra hizo una larga lista para reflexionar que extraña todo desde algo tan simple como su almohada hasta sentarse en la mesa a comer con las personas que más quiere y compartir momentos juntos. “Me he acostumbrado a estar sola, pero al llegar a Mérida y convivir con mi gente, me doy cuenta de cuánto los extrañaba”.

“Fuera de México, lo único que hago es tratar de demostrar que mi país es mucho más de lo que se escucha en las noticias o de lo que nos critican. Amo con todo mi corazón a México y no estoy aquí no porque no quiera, sino por qué las mayores oportunidades de trabajo las tengo en Nueva York”, asegura.

No deja a un lado sus raíces e incluso año con año vuelve a Mérida para realizar una caravana solidaria y repartir pelotas en los municipios con mayor índice de pobreza. “Es una forma de agradecerle al universo lo que me ha dado. Es algo que he hecho por muchos años y aunque siempre he dicho que cuando vas a donar tiene que ser en silencio y de tu corazón, ahora me doy cuenta que al tener más ‘followers’ puedo sembrar esa semillita de ayudar a más personas”.

Afra siente que lo más importante es lograr inspirar a más personas a ser quienes quieran y no seguir ningún prototipo. “Si te quieres cortar el cabello, pintártelo de rosa, ¡hazlo! Mi único consejo es que seas tú en todos los aspectos, salir de las comodidades y animarse. Estoy segura de que todos tenemos un sueño, así sea ser astronauta pues busca cómo lograrlo, la vida es tan corta que en cualquier segundo puedes no estar y lo único que necesitas para ser feliz es ser tú mismo. Lo que sea que quieras que venga de tu corazón, siempre hagas el bien y busques ser una mejor persona”.