En la exposición de Gráficas de Uruguay de Alejandro Turell, presentado por el Museo Fernando García Ponce-Macay, se muestra una variedad de técnicas y estilos que dan cuenta de la versatilidad de la gráfica y el abordaje que le brindan los artistas contemporáneos uruguayos a sus obras.

Esta colección es parte de las exposiciones del trimestre octubre-diciembre del museo, que se presentan para reforzar los conocimientos de gráfica, aguafuerte, el aguatinta, la punta seca y, a pesar de que esta técnica ha mutado, la gráfica actual como una señal que deja huella a través de un interlocutor.

La exposición —ubicada en la sala cinco— está formada por diez grabados de la serie “Oil birds” (ya que nuestra contemporaneidad ha petrolizado a esos seres míticos), de pequeños formato, agua fuertes coloreadas a mano con acuarela y cuatro planchas de cobre. El autor dice que su exposición tiene varios aspectos, algunos directamente vinculados con aspectos técnicos del grabado y otros son sobre la metodología que utilizo para generar la obra.

 “Van a ver que hay un proyector de diapositivas que es parte de esos ensayos que hago en entomología y las planchas de cobre que además están grabadas con una técnica tradicional procesada un poco por mí, adaptada como para ser una huella de distintos insectos que fui juntado de la luz del costado del taller de mi casa de Montevideo”.