Bajo la premisa de que encontrar el amor es una aventura de otro planeta, “Camino a Marte” aborda temas como el verdadero sentido de la amistad, la muerte y se cuestiona el por qué estamos en el mundo. Es una apuesta por hacer cine comercial, pero con una profundidad mayor.
Se trata del regreso de Luis Gerardo Méndez a la pantalla grande, quien en esta ocasión dará vida a Mark, un ser “de otro planeta” quien por casualidad se encuentra con Emilia y Violeta.
Harta de sentirse consumida a causa de una enfermedad, Emilia decide dejarlo todo para disfrutar un viaje a la playa junto a su amiga Violeta sin imaginar que tendrán que enfrentarse con lo desconocido poniendo a prueba su solidaridad y empatía cuando conocen a Mark y deciden incluirlo en el viaje.
“Es de esas películas que como espectador quieres ir a ver al cine porque te ofrecen una montaña rusa de emociones y que me inspira porque sales y no puedes dejar de pensar en la película y las preguntas que te surgieron al verla”, mencionó Tessa Ia, quien da vida a Emilia.
La cinta tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Los Cabos donde recibió el “Premio del público” y además de su estreno comercial a partir de mañana también llegará a Estados Unidos a través de “Pantaya”, una plataforma digital exclusiva de ese país creada recientemente.
Acerca de su distanciamiento con el cine, Luis Gerardo Méndez explicó que durante estos casi tres años sin hacer películas leyó más de 30 guiones, pero ninguno lo había convencido, además de estar enfocado en la serie “Club de Cuervos” y el teatro.
“No es que fueran malos, sólo que me parecía que eran películas que ya había hecho o personajes que ya conocía. A mí lo que me gusta de ser actor es la posibilidad de indagar en mi personaje, en algo que no conozco, algo nuevo y cuando me ofrecen personajes que ya hice o que ya se por donde resolverlo, inmediatamente prefiero dejarlo pasar”, aseguró.
“¿Qué estás haciendo hoy que te llena y te hace pleno, ¿qué tantas cosas nos tiene que pasar o qué tanto tenemos que ver para poder creer que en cualquier momento todo se puede acabar?”, son las dudas que llevaron a Humberto Hinojosa a escribir el guión en conjunto con Anton de Goenechea Caballos.
El rodaje se realizó en febrero del año pasado con Los Cabos como locación principal. Aunque en el viaje se habla de Playa Balandras la realidad es que el equipo no filmó ahí, sino en la cima de una roca gigante en la barranca del mencionado sitio. Para recrear Marte aprovecharon una mina de fosforito con tonalidades rojas y azules. Valle de los Cirios y Punta Lobos, La Paz fueron otros de los lugares utilizados en el rodaje de seis semanas que comenzó en Tijuana.
“Dormíamos en el auto a veces, filmábamos de día y nos tocó ver toda esa carretera que es hermosísima, manejábamos sin rumbo, nos encontramos un cementerio de conchas, un lugar impresionante y nos bajamos, entonces las cosas se fueron dando porque los paisajes de aquí son hermosos, eso hizo que la película fuera lo que es” reveló Camila Sodi (Violeta).
