¿Has visto a una zarigüeya? Estos pequeños animales son mucho más importantes de lo que imaginas y por eso la próxima vez que veas uno asustado o corriendo lo mejor será brindarle ayuda.

Rescate Zarigüeyal es un proyecto personal que inició en el 2015 con la idea de rescatar a los mamíferos y entregarlos a la asociación civil ADAY (Asociación por los derechos de los animales A.C.), sin embargo, ahora cuentan con sus propios hogares temporales para los mamíferos y realizan más actividades como pláticas y talleres.

José Enrique Valdez Escobedo, actual director del proyecto explica que su labor es crecer a las zarigüeyas, rehabilitarlas y reubicarlas pero lo más importante no es solo dejarlas libres sino educar a más personas acerca de las especies silvestres; es así como surge su programa de salud ambiental con el cual asisten a escuelas desde preescolar hasta universidad, además de diversas empresas para desmitificar todo lo relacionado a la especie y enseñar qué se debe hacer si te encuentras con una.

La zarigüeya es un mamífero marsupial, es decir con un órgano en el abdomen únicamente presente en hembras y que les sirve para criar y desarrollar a sus bebes. Es un animal nocturno y su importancia radica en ser un controlador biológico, ya que se encarga de comer animales que crecen exponencialmente como cucarachas, chinches, lagartijas, ratones y serpientes.

Uno de los mitos más comunes es que son portadores de rabia, sin embargo José Valdez explica que eso es prácticamente imposible ya que su temperatura corporal y lento metabolismo no permiten que se desarrolle el virus. Además, es común que en algunas zonas del estado utilicen la especia conocida como “zorro blanco” para la alimentación asegurando que tiene una carne muy saludable, pero eso no puede afirmarse ya que cualquier especie de zarigüeya puede estar enferma debido al ecosistema en su alrededor.

Se trata de una especie sumamente común en Mérida, Rescate Zarigüeyal recibe hasta 15 llamadas al día para ir por animales rescatados, sobre todo, bebés que quedan desamparados pues mataron a sus madres o fueron atropelladas. Actualmente, tienen más de 50 ejemplares que dividen en varios refugios para poderles dar la atención adecuada.

Su tiempo de vida en cautiverio es de aproximadamente cinco años y en vida silvestre es de 2 a 3 años, ya que están expuestos a muchos peligros como ataques de perros, serpientes, el riesgo de ser atropellados y los propios humanos que desconocen sobre la especie y los matan.

¿Qué hacer?

Si te encuentras con una zarigüeya lo primero que debes hacer es identificar su edad, ya que las bebés necesitan ser alimentadas cada tres horas con leche en formula y manejadas con muchísima higiene. Las juveniles se pueden reubicar de manera casi inmediata pero es necesario que se verifique su estado saludable con un veterinario especialista en fauna silvestre. En el caso de las que están en etapa adulta, es necesario elegir el lugar adecuado para soltarlas fuera de peligro.

Para manipularlas, puedes optar por tomarlas de la punta de su cola o tirarle una tela encima para tapar su visión y poder trasladarla ya sea en una cubeta o una caja de cartón.

Si tu perro o mascota atacó a una zarigüeya lo recomendable es que la ayudes llevándola a una revisión médica profesional.

¿Quieres ayudar a Rescate Zarigüeyal?

Puedes ayudar donando alimentos como papaya, mango, zapote, sandía, pepino, zanahoria y manzana; productos de limpieza como cloro y desinfectantes o productos de botiquín de emergencias como alcohol, agua oxigenada, yodo y gasas. Además, puedes asistir a sus actividades enfocadas en la promoción, difusión, conciencia y sensibilización acerca de la especie. Sus próximas actividades son el viernes 6 y domingo 8 en el Festival Ambiental de la Parroquia El Buen Pastor donde realizarán pláticas informativas. Para saber más sobre el proyecto, puedes encontrarlos en Facebook como Rescate Zarigüeyal.