Ahora que terminaron las vacaciones no todo es felicidad, y no sólo porque tienes que volver a tu vida rutinaria en el trabajo o la escuela, sino también por todos los estragos que el mar, agua, sol y calor le han dejado a tu piel.

Tal vez aún te quede el bronceado perfecto que lograste en esos días, sin embargo, debes implementar un plan de acción para cuidar tu piel y así no sufrir tanto las consecuencias. Los males más comunes son la deshidratación, tonos desiguales, brotes de acné y manchas.

Lo primero que debes hacer es exfoliar tu piel. Ya sea que decidas ir a un spa para un tratamiento o hacerlo en casa con productos especiales, lo importante es eliminar las células muertas. También puedes optar por un exfoliante casero hecho con dos cucharaditas de aceite de almendra y media taza de sal rosa del Himalaya. Si tu piel aún está sensible e irritada entonces tendrás que esperar para la exfoliación y, mientras tanto, podrás aplicar cremas hidratantes y after sun.

El siguiente paso será una mascarilla de hidratación. Puedes conseguir una que se adapte a tu piel en tiendas departamentales o especializadas en el cuidado del cuerpo. Si la exposición al sol fue muy alta y tu bronceado quedó de varios tonos más arriba a tu color natural, la recomendación es continuar utilizando la mascarilla mínimo durante un mes.

Otro producto esencial es el Serúm reparador también conocido como suero facial, el cual cuenta con una alta concentración de activos con una textura ligera que lo hace de fácil absorción. Lo debes aplicar en el rostro, cuello y el escote; son perfectos para todo tipo de piel. Vienen con propiedades diferentes como: de efecto inmediato, remodeladores, alisantes, revitalizadores, hidratantes, antimanchas, antiedad y antiestrés; elige el que más se adapte a lo que tu cuerpo necesita.

No olvides aplicar cremas hidratantes al menos dos veces al día. Si no sabes cuál elegir, la mejor opción es una con altos componentes humectantes y que sea para usar en el día y la noche. Un plus sería el efecto oclusivo que ayuda a impedir la pérdida de agua. Para la limpieza facial diaria, utiliza limpiadores suaves que no hagan más daño a la sensibilidad de tu rostro; también es importante nutrir la epidermis con vitaminas C y E.

Si decides ir a un centro del cuidado para la piel, puedes pedir informes sobre terapias con ácido hialurónico que ayudan a la hidratación. Para eliminar las manchas se puede utilizar luz pulsada o láser, pero sólo puedes realizarte este procedimiento después de que hayas regresado a tu tono normal.

No olvides:

  • Utilizar protector solar a diario.
  • Realizar una limpieza diaria al rostro con agua micelar o leche limpiadora.
  • Eliminar el exceso de grasa con un tónico astringente.
  • Tomar al menos 2 litros de agua al día.
  • Exfoliar la piel al menos una vez al mes.