Cuero hecho a base de hongos, trajes de baño de redes de pesca y botellas o bolsas de restos de papel que se pueden lavar, planchar y mojar sin perder su forma son solo algunos ejemplos de lo genial que puede ser la moda sustentable.

En este momento varias marcas en el mundo se han comprometido con este movimiento para crear prendas recicladas o con materiales poco convencionales, con un enfoque en procesos artesanales, entrando a lo que se conoce como slow fashion, que evita la producción de productos efímeros y perjudiciales con el medio ambiente.

La moda sustentable se basa en tres ejes con triple impacto en lo ambiental, social y económico por eso debemos comenzar a pensar acerca de nuestra forma de consumo ese es el punto de partida para lograr un cambio significativo, ya que no podemos renunciar a la ropa pero si podemos comenzar a comprar de manera más inteligente.

El verdadero desafío es no tener un closet desechable si no buscar durabilidad y calidad sobre la cantidad, así mostramos nuestro compromiso con el medio ambiente y con el planeta en general. Comprometerse a consumir más de estas prendas y aprender la importancia del reciclaje con un estilo de vida ético, respetuoso y sobre todo re pensar y replantearnos la forma en que consumimos evidencia que pequeñas acciones pueden lograr un efecto a gran escala.

El proceso de transformar la industria en algo más sustentable y más sensible a las necesidades lleva tiempo y de nosotros depende el cambio, por esta razón, tanto empresarios como consumidores debemos estar conscientes de lo que podemos y debemos hacer para ayudar a nuestro planeta ¿Y tú ya entraste en la moda sustentable?